domingo, 3 de mayo de 2015

CAMPAMENTO DE ENCISO - ABRIL DE 2015


Los pasados 8, 9 y 10 de abril, un nutrido grupo de jóvenes del programa Educándonos de la Fundación Pioneros, tuvo la oportunidad de participar en el campamento denominado "Larga Vida al Mundo Rural" que se desarrolló en Enciso, municipio de la comunidad autónoma de La Rioja, cercano al límite con Soria. Está atravesado por el río Cidacos. Como curiosidad destacable, existen más de 3000 icnitas de dinosaurio. Cuenta con un centro paleontológico que ayuda a conocer como se formaron las icnitas de dinosaurio en La Rioja y a que especies pertenecían.



El objetivo principal del mismo ha girado entorno a los valores y al reconocimiento de todos aquellos elementos (las personas, el paisaje, la riqueza cultural,etc) que tienen que ver con el contexto rural como pieza fundamental del desarrollo local y regional de nuestra comunidad.
Muchas veces pasa inadvertida la importancia que se merece todo lo relacionado con la vida y el progreso de los pueblos de las zonas rurales. Sobre todo para la gente jóven que no conoce esta realidad por que no ha tenido la oportunidad de acercarse a esos lugares y de conocer otros oficios que no sean los que vemos en la ciudad.

El campamento ha estado lleno de momentos para el aprendizaje, el esparcimiento y la diversión.

El taller de fabricación de queso artesanal nos acercó a un viejo oficio que aún se sigue haciendo en los pueblos. Ninguno de nosotros sabía cómo fabricar queso artesanalmente y en este campamento hemos aprendido a hacerlo gracias a Ramiro Palacios, el cual nos enseñó el proceso y los ingredientes básicos necesarios para su elaboración.






Cuando se conocen un poco más las cosas, su modo de obtención o fabricación y de cómo los artículos, muchos de ellos, de consumo diario, llegan a las estanterías de los supermercados cambia la percepción que tenemos de ellos.
O cuando te cuentan cómo un pueblo deja de serlo por que sus habitantes un día deciden ir marchándose por una u otra razón, nos hace reflexionar sobre el destino de un territorio y como por diferentes motivos un día cualquiera puede comenzar una nueva historia para un lugar y para sus gentes. 

Por que la vida no suele ser como la vemos o nos la cuentan por televisión. La vida sucede cada día en las ciudades y en los pueblos. En sus calles, en sus plazas. Sólo hay que asomarse un poco, observar y escuchar.
Cómo los lugares pueden cambiar, para bien o para mal y casi siempre por la intervención del hombre. Así fue como conocimos la historia del "Hombre que Plantaba Árboles", (en francés: L'homme qui plantait des arbres), un cuento alegórico del autor francés Jean Giono, publicado en 1953 que nos cuenta la historia de los esfuerzos de un pastor para convertir un desolado valle en las estribaciones de los Alpes, cerca de la Provenza, en un bosque a lo largo de la primera mitad del siglo XX.


Un bello y revelador relato que nos cuenta, por ejemplo, que todos sembramos una semilla, cada día con cada acto. Este relato es un ejemplo de lo que la dedicación, la disciplina y la entrega pueden lograr.

Además, tras conocer esta historia nos damos cuenta de algunas otras cosas importantes como:


PARA QUE EL CARÁCTER DE UNA PERSONA NOS REVELE CUALIDADES VERDADERAMENTE EXCEPCIONALES, NECESITAREMOS LA BUENA SUERTE DE PODER OBSERVAR SUS HECHOS DURANTE MUCHOS AÑOS.
SI SUS HECHOS CARECEN DE EGOÍSMO, SI ESTÁN ORIENTADOS POR UNA IDEA DE GENEROSIDAD SIN PAR Y RESULTA INDUDABLE QUE NO HAN BUSCADO NINGUNA RECOMPENSA Y SI POR AÑADIDURA HAN DEJADO EN EL MUNDO SEÑALES PATENTES, NOS ENCONTRAREMOS SIN TEMOR A EQUIVOCARNOS ANTE UNA PERSONALIDAD INOLVIDABLE.

Las semillas que plantamos son el símbolo de todas nuestras acciones, buenas y malas, que tienen consecuencias de largo alcance y que apenas podemos imaginar.
Nuestra forma de pensar y de actuar de acuerdo con nuestras esperanzas de futuro, deberían hacernos plantear la necesidad de dejar un mundo más hermoso y prometedor que el que nosotros heredamos por que otros vendrán después.
Ramiro también nos acompañó en en la mañana del jueves para descubrirnos el hermoso entorno natural de Enciso y acercarnos hasta el abandonado pueblo de Garranzo que curiosamente tenía un parecido asombroso con la historia que vimos el anterior día del "Hombre que Plantaba Árboles" y el pueblo donde se desarrollaba la historia.


Vista general de Garranzo








Otro de los talleres que desarrollamos fue el de diseño de bolsas y de camisetas. Básicamente se trata de decorar, a través de una técnica de impresión muy básica, una prenda de tela que en este caso fue o una bolsa o una camiseta.

Los resultados no suelen ser buenos a la primera, pero algunos lo consiguieron sin mucho esfuerzo




La noche también nos sirvió para pasar un rato divertido a través de la música y el baile. Para ello tuvimos con nosotros a Alberto Mera, compañero de "batallas musicales". Algunos y algunas pudieron mostrar sus auténticas dotes como "dancers"



Hay otro elemento que es consustancial a nuestras acciones y son los momentos en los que nos cuestionamos, educadores y educandos, elementos relacionados sobre la "salud comunitaria" de nuestro grupo. Lo hacemos de manera participativa utilizando diversas técnicas y casi siempre la lúdica está presente.






Hasta aquí el relato de parte de todo lo que hicimos durante esos tres días en los que, con la ayuda de las facilitadoras y los facilitadores juveniles, todo lo relacionado con la organización de los servicios generales (comidas, limpieza, orden) y la convivencia ha hecho que nuestro grupo compuesto por 36 jóvenes hayan podido disfrutar de un campamento en el que la amistad y la convivencia ha sido el elemento central.


CONOCE LA OPINIÓN DE ALGUNOS COMPAÑEROS SOBRE EL CAMPAMENTO










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