martes, 29 de octubre de 2013

Excursión a Ribavellosa con Madre Selva

Por fin llega el día, ¡¡este sábado diferente que cogemos con tantas ganas!!. Hoy, toca madrugar, cargar la mochila de comida, agua y ganas de disfrutar de la naturaleza porque nos vamos a Ribavellosa.

Esta salida, también tiene una coma nostálgica, y es que Brian, uno de nuestros jóvenes regresa a su país (Bolivia) el mes que viene, así que también nos sirve para celebrar todos los momentos que hemos vivido juntos y juntas, y que nos quede como bonito recuerdo.




Miguel, el educador ambiental, nos espera en esta maravillosa finca. La semana pasada nos visitó para explicarnos en qué consistiría la visita de hoy, ¡así que sobra motivación!.







 
Comenzamos orientándonos y aprendiendo a manejar las brújulas porque Miguel nos ha preparado un mapa que nos sirve para guiarnos durante la excursión. En parejas y con nombres de animales tenemos que ir a la búsqueda de las distintas pistas que nos ha escondido por el monte. 


 

El primer tesoro, un nido de pájaro, del Carbonero común. A través de silbatos, practicamos el canto de las aves y nos ponemos en contacto con él, también con el petirrojo. 




 
Va pasando la mañana y hay que recuperar fuerzas compartiendo un sabroso almuerzo, las y los jóvenes comparten el almuerzo que han preparado, esta tradición es una de las más afianzadas y que más gusta en educándonos.





Continuamos con la caminata, y en este caso atendemos a la explicación de cómo se recogen las setas. Miguel nos explica las distintas formas de reconocer y diferenciarlas, y cual es la manera correcta de extraerla para que pueda soltar sus espóras y no hacer daño a la naturaleza.


Durante el disfrute del camino nos facilita distintas fichas de varios animales comunes al terreno que recorremos, como corzos, ciervos, la dama del bosque, nutria... . En cada ficha podemos observar varias fotos de los animales, sus huellas y sus excrementos, ya que nos pueden facilitar reconocer los rastros.

Seguimos con las pistas, y en este caso, ¡Premio! Encontramos un diente de jabalina, con la ficha del animal podemos ver a los pequeños rayones y sus huellas. Estas fichas facilitan que los y las jóvenes se animen ha hacer preguntas y aumentan su curiosidad, lo que incide en el aprendizaje de forma positiva.




A parte de las explicaciones, el monte nos regala sensaciones de tranquilidad, armonía, olores y vistas que no dudamos en disfrutar.










  



Estamos acabando la excursión, pero Miguel nos tiene preparado un juego muy especial, “abraza tu árbol”, esta dinámica gustó mucho entre las y los jóvenes. A la par que respetamos la naturaleza, tenemos que confiar del compañero o compañera que nos acerca hasta el árbol, ya que tenemos los ojos vendados. Y como en Educándonos somos muy cariñosas, les regalamos hasta besitos. 





 

Hemos disfrutado tanto, que Miguel nos pone el broche final a la excursión entregándonos el diploma de exploradores. Aunque haya finalizado la ruta por el monte, todavía nos queda comer juntos. Lo hacemos en uno de los jardines de las instalaciones, compartiendo y disfrutando del entorno. Antes de salir de vuelta para casa, disfrutamos de un último rato de lúdica, y lo debemos hacer bien... ¡porque se sumo hasta la educadora ambiental del parque! Hemos disfrutado de la naturaleza, de Miguel y sus conocimientos, de su perrita que nos ha acompañado durante el paseo y sobretodo de vivir nuevas experiencias y aprender de forma divertida. ¡repetiremos!











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